MINNEAPOLIS, MN.-
Eagle Pass (Texas), un pequeño pueblo en la frontera de EE.UU. y México, ganó una batalla contra las políticas estatales que pretendían convertir en privado un parque público para facilitar la detención de migrantes.
El ayuntamiento del pueblo logró rescindir una orden que permitía a los agentes del Departamento de Seguridad de Texas (DPS) detener a inmigrantes en el parque Shelby a las orillas del fronterizo Río Grande.
La organización Immigrant Legal Resource Center celebró hoy la votación unánime de anoche para mantener la designación pública de lugar.
Ubicado a las orillas del Río Grande, el parque ha sido un punto de interés del DPS para desarrollar tareas del polémico Operativo Estrella Solitaria, emprendido por el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, para detener la inmigración indocumentada pese a que es una tarea federal y con el despliegue de militares y policías.
Alentado por el DPS, el alcalde de Eagle Pass declaró en junio pasado el parque como propiedad privada, lo que le permitió cerrarlo al público y permitir a los agentes de DPS adelantar desde allí la colocación de alambre de púas y la detención de migrantes.
El alcalde dijo que nunca tuvo la intención de cerrar el parque a los residentes de Eagle Pass, pero varios denunciaron que no pudieron ingresar al parque tras la llegada del DPS, según reportó la televisora FOX29.
Este martes se presentaron en el Concejo de Eagle Pass los testimonios de varios residentes y activistas que criticaron la privatización del parque.
Tricia Cortez, cofundadora de No Border Wall Coalition, que formó parte de las personas que presionaron para revertir la declaración, consideró la votación como una “victoria monumental”, según dijo al medio Border Report.
“La Operación Lone Star de Abbott ya no es invencible. Ahora es vulnerable. No puede arrollar nuestras ciudades fronterizas sin tener repercusiones como antes pensó que podría”, sentenció la activista.
El sector de Eagle Pass ha estado en la mira nacional desde que el Gobierno de Abbott instaló 300 metros de boyas en el Río Grande en esa área a mediados de julio para detener el paso de migrantes.
Regresar la designación de parque público no necesariamente obliga al DPS a salir del lugar pero sí cambian los términos de sus operaciones.