MINNEAPOLIS, MN
Para muchos, lo de moda es la realidad virtual. Para otros, esta es una nueva representación de una realidad alternativa que ha crecido a lo largo del tiempo con el desarrollo de interacciones virtuales. La mayor evidencia de ello es a partir del 2004, cuando Mark Zuckerberg, junto con sus compañeros de Harvard, Eduardo Saverin, Adrew McCollum, Dustin Moskovits y Chris Hughes, lanzara el sistema de Facebook, que se convertiría rápidamente en el medio de interacción social más relevante en el mundo entero. Hoy, millones de personas cuentan el número de “amistades” virtuales, como signo de “popularidad” y, en algunos casos, como necesidad de reafirmación individual.
De pronto, incluso la necesidad de salir de casa pareciera ser obsoleta, cuando se volvió posible incluso ordenar comida, hacer compras, obtener películas, series de televisión, textos, libros enteros, clases virtuales, y cosas incluso vitales como medicamentos, requiriendo tan sólo de contar con una computadora y conexión vía internet.
En el 2009, una persona con el alias Satoshi Nakamoto aventuró la creación de una nueva moneda, una moneda corriente virtual, que incluso elimina la necesidad de contar con intermediarios para desarrollar cualquier transacción. Una forma de cambio entre productos y servicios que se habría de regular bajo su propia dinámica, su demanda y oferta, y que por ello no dependería ni de la intervención de reguladores financieros, ni de las condiciones del mercado determinadas por la bolsa de valores.
Hoy, la moneda conocida como Bitcoin puede ser empleada para reservar habitaciones a través de Expedia, adquirir mobiliario a través de Overstock, o comprar juegos para la consola Xbox.
Hoy, Nakamoto parece haberse desvanecido, dejando la moneda que se rija por sí misma, como en los más ambiciosos sueños de quienes pensaban en sistemas de libre intercambio sin regulación. Así, luego de lanzar el sistema de intercambio monetario, Satoshi Nakamoto envió un mensaje final en diciembre 12 del 2010, sorprendiendo a miles de seguidores, pero evidenciando que su creación, presentada públicamente en diciembre del 2008, habría cobrado vida autónoma y autosuficiente.
En este 2017, los Bitcoins son empleados mayormente en la adquisición de mercancía en forma anónima. Asimismo, el sistema facilita increíblemente las transacciones de pago en el mercado internacional, siendo más económicos que las transacciones con monedas reales, pues los bitcoins no están sujetos a las regulaciones de cada país. No existen cargos por crédito, lo cual los ha convertido en un medio de cambio muy atractivo para pequeños negocios. Algunos incluso han comenzado a “adquirir” bitcoins pensando que éstos podrán incrementar su valor, intentado con ello especular.
Actualmente, millones de personas, mayormente quienes se coinciden en el grupo de edad de los llamados Milenios en los Estados Unidos, pueden adquirir bitcoins empleando diferentes monedas, dependiendo de dónde o cómo deseen pagar por ellos. Y, pese a que el sistema podría ser vulnerable, habida cuenta del robo de millones de dólares que sufrió Bitfinex en el 2016 por medio de hackers, los sistemas de intercambio Bistamap y el mismo Bitfinex continúan operando con mayor y mayor demanda.
Los bitcoins pueden ser adquiridos incluso al resolver algunos problemas de juego, rompecabezas, que crean igualmente los bitcoins, generando 12.5 de ellos cada 10 minutos, que es el tiempo en el que aparecen nuevos ganadores. Si ganas resolviendo alguno de los problemas, generas esos 12.5 bitcoins. Estos pueden ser guardados en “carteras digitales” que existen en la nube, o bien en to propia computadora. Dependiendo entonces del número de bitcoins que acumulas, puedes desarrollar transacciones, o “ahorrar”.
Diversas autoridades en distintos países, han comenzado a mostrar preocupación por este sistema monetario desregulado, habida cuenta del principio de anonimato en las transacciones, y ante la imposibilidad de regular con tasas impositivas, con lo que se estudia la posibilidad de implementar regulaciones locales en países como Japón, China y Australia.
Entretanto, la comunidad virtual que disfruta de este tipo de interacción, continúa empleando bitcoins en números incrementales. ¿Tú los conoces?
