SAINT PAUL, MN
Muchos analistas se encuentran febrilmente trabajando en el análisis de los resultados electorales del pasado 4 de noviembre. Con el paso del tiempo, las especulaciones crecen, y la incertidumbre sobre el futuro político del país y del estado de Minnesota crece igualmente. Por ello, algunos expertos se han lanzado a especular sobre lo mismo, con base en experiencias históricas.
Muchos se preguntan ¿cuál será el futuro del partido Republicano a partir de las elecciones?, especulando si será: 1) un partido listo y preparado para ganancias futuras; 2) un partido en flujo, o 3) un futuro aun en duda. La mejor respuesta, si acaso existe alguna, depende de en quién se confía que cuenta con el mejor análisis de los resultados electorales; esto es, el actual líder de cada partido, un ex líder del partido, o la apuesta de que Tom Emmer sea el vocero de la casa de representantes, si resulta en éxito.
Para comenzar con el actual líder: Keith Downey mira a los resultados de las elecciones como una recuperación del partido Republicano, retomando el control político del estado. “El cambio es, básicamente, finiquitado, y la remontada republicana puede comenzar”, ha dicho Downey. “De hecho, el proceso ha comenzado con la casa [de representantes]”.
Con los once asientos que han ganado los republicanos este 4 de noviembre, han asegurado la mayoría en la Casa de Representantes, lo cual es descrito por Downey como una exitosa estrategia política, frente a unos demócratas que se confiaron mucho en su suerte y quienes jugaron mal sus cartas. Downey incluso minimiza el triunfo demócrata en las elecciones federales y de gobernador, señalando que los candidatos contaron con suficiente apoyo económico. El político republicano sostiene que Al Franken invirtió cinco veces más que su oponente, Mike McFadden, en tanto que Dayton triplicó los gastos de Jeff Johson. Igualmente, Downey minimizó las derrotas del Partido Republicano en los suburbios, en donde se mostró cierta debilidad del partido.
David FitzSimmons, director de campaña de Tom Emmer, y previamente legislador, tiene una interpretación diferente. El cree que las derrotas en los suburbios tienen que ver con “fuerzas mayores”. Se trata de un cambio demográfico en dichas zonas geográficas para el que los republicanos de Minnesota no se encuentran aún preparados. “Estamos asemejándonos a lo que pasa en el resto del país en donde los Republicanos dominan fuera de las principales áreas urbanas… Mas sin embargo, las áreas urbanas son las que se encuentran creciendo, por lo que eso es el reto para los republicanos en el estado.”
Para cambiar ello, dice FitzSimmons, será necesario ser creativo y generar un contrapeso a la Alianza por una Mejor Minnesota que han impulsado los demócratas a lo largo de los últimos años. Ello implica que las prácticas demócratas de apoyar a los candidatos con mayor fuerza y en apoyar a los representantes electos como una obligación partidista. Tendrá que seguirse la línea de la Coalición por Empleos, pero teniendo una orientación más política.
La evidencia es que no existe una posición única en la interpretación del futuro republicano dentro del partido, lo cual hace pensar a los expertos que el futuro es, por cierto, incierto.