MINNEAPOLIS, MN
Luego de que el presidente Donald Trump firmara una orden ejecutiva para aumentar el impuesto a las importaciones con México, las empresas norteamericanas Target, Best Buy y Toyota están apelando en contra del arancel en la frontera. Estas tres compañías dependen mucho de sus importaciones.
Toyota Motor Corp. mandó un mensaje urgente a los vendedores de carros, para que les informen a los políticos que el aumento del 20 por ciento hará que los consumidores paguen miles de dólares más al momento de comprar un vehículo.
Cerca de mil 500 comerciantes de vehículos, distribuidores de Toyota, están contactando a los miembros de la Cámara de Representantes para pedirles que reconsideren su propuesta. El aumento al arancel, los pondría en desventaja con sus competidores que dependen de los productos hechos en Estados Unidos y dañaría seriamente sus precios.
“Los precios van a subir y la demanda va a bajar. Por esta razón no vamos a poder emplear a más personas de las que actualmente tenemos. Ese es mi mayor temor,”
Así lo dijo el presiente de Toyota Norteamérica, Jim Lentz. Los distribuidores de vehículos Toyota emplean cerca de 97 mil personas en los Estados Unidos.
Pero Toyota no está sola en esta pelea, los corporativos minnesotanos Best Buy y Target se han unido a los esfuerzos de la compañía fabricante de automóviles. Brian Cornell, presidente de Target viajó a Washington para reunirse con los legisladores para decirles que lo que pretenden podría mermar la posibilidad de los consumidores para comprar artículos de primera necesidad y suministros para bebés que son fabricados en el extranjero.
Por su parte, Best Buy ha enviado un folleto informativo a los legisladores en el que aparece un pronóstico de analistas en el que aseguran, que el aumento del 20 por ciento podría afectar las ganancias proyectadas de la compañía que ascienden a un billón anual, representando un perdida de 2 billones.
La compañía Constellation Brands, que mezclan la cerveza Corona y Modelo en México, le han estado pidiendo a los legisladores para que exenten a los productos mexicanos, como la cerveza, de cualquier impuesto en la frontera “debido el producto es intrínsecamente mexicano,” dijo el presidente de la compañía Rob Sands.
En caso de no ser aceptada su solicitud, la compañía tendrá que empezar a comprar los materiales a precios más altos en Estados Unidos, lo que va a impactar en el precios del producto y en consecuencia en los consumidores.
A la oposición se han unido también, BMW y Volkswagen.
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