SAINT PAUL, MN
En el mundo entero existe una fecha que representa una condición de reivindicación de grupos de trabajadores en todas las distintas áreas productivas y de servicios. Y fue el primero de mayo de 1886 que se llamó a una amplia movilización, a la que se sumaron 200,000 trabajadores que se declararon en huelga, al tiempo en que otros 200,000 lograban obtener los beneficios que demandaban, con tan sólo lanzar la amenaza misma.
En esos ayeres, las condiciones laborales de los trabajadores en Chicago, parecían ser las peores, por lo que las movilizaciones se mantuvieron hasta el 3 de mayo. En este tiempo también, la llamada a la huelga hecha por los organizadores encontró eco en la empresa McCormik, en donde se asumió la medida de contratar personas en reemplazo de quienes se habrían sumado al movimiento, sin respeto alguno a la antigüedad ni a ninguna otra condición para no hacerlo. El interés de la empresa era no frenar la producción a cualquier costo. En este caso, quienes reemplazaban a los trabajadores en huelga eran identificados como esquiroles.
El 2 de mayo, y dentro del contexto de la convocatoria del primero de mayo, la policía local intervino en la disolución de la protesta, con la agresión a cerca de 50,000 personas que participaban en una manifestación que enarbolaba las demandas que resonaban en todo el país: jornada laboral de 8 horas (que hasta ese momento se llegaba a extender hasta por 18 horas), con salarios justos y reivindicativos. Se demandaba que dichas condiciones entraran en vigor en forma de leyes reguladas por el congreso nacional.
Cuando llegó el 3 de mayo, los trabajadores en huelga llamaron a una concentración frente a las puertas de la empresa McCormik. Cuando el famoso anarquista estadounidense, Augus Spies, se encontrba haciendo uso de la palabra en la manifestación, sonaron las sirenas anunciando la salida de los trabajadores esquiroles, con lo que dio comienzo una lucha campal entre ambos grupos. La policía de Chicago intervino en el conflicto, sin previo aviso, y disparando a quemarropa sobre la gente, lo cual generó la muerte de 6 personas y un alto número de heridos.
El periodista Adolf Fischer dio cuenta del hecho mediante un poema que publicó el diario ARbeiter Zeitung, en el que se leía”
“¿Quién podrá dudar ya que los chacales que nos gobiernan están ávidos de sangre trabajadora? Pero los trabajadores no son un rebaño de carneros. ¡Al terror blanco respondamos con el terror rojo! Es preferible la muerte que la miseria.”
Dicha publicación le costó ser sentenciado a muerte al publicar 25,000 octavillas y distribuirlas entre sus lectores. Con ello se convirtió en una víctima más del movimiento de reivindicación de los trabajadores. Sin embargo, también el texto de la proclama fue empleado en una concentración que tuvo lugar en el parque Haymarket. En lo que ha sido identificado como “La Revuelta de Haymarket” se concentraron 20,000 personas que fueron reprimidas por 180 policías uniformados, quienes luego de sufrir de la muerte de uno de ellos por causa de una bomba de manufactura casera, arremetieron contra la multitud, asesinando a un número desconocido de personas sobre las cuales se abrió fuego.
Los trabajadores caídos el 2 y el 3 de mayo son conocidos como “los mártires de Chicago” y han sido el símbolo de reivindicación laboral en el mundo entero, salvo en los Estados Unidos. Mientras que en el resto del mundo se conmemora la fecha con marchas y manifestaciones de trabajadores, incluso con la protección gubernamental, en este país se dan aislados movimientos de protesta que no se asemejan a lo que se puede ver en otras latitudes, y que aún tienen poco eco entre los grupos de trabajadores del país, convirtiéndose en pequeñas manifestaciones.
Cuando la conmemoración oficial en este país ocurre en septiembre de cada año (primer lunes del mes), las marchas del primero de mayo carecen entonces de proyección, y el efecto que estas puedan tener es muy limitado. Sin embargo, con la experiencia que supuso la existencia de masivas expresiones en pro de la reforma migratoria en el 2006, cuando numerosas concentraciones tuvieron lugar en diversas ciudades del país, se tiene aún la esperanza de que se logre concentrar dicho número de personas cada año, quedando muy lejos de dicha experiencia.
Manifestaciones pues debilitadas que tienen poco eco entre la población en general, y que incluso son minimizadas con las celebraciones del 5 de mayo y del May Day que concentra a artistas y miles de otros participantes, para dar la bienvenida a la primavera.
