MINNEAPOLIS, MN
Después de viajar dos mil 500 millas a través de México, cerca de 200 migrantes de Centro América se entregaron ayer como grupo a la patrulla fronteriza de Estados Unidos en el puerto de entrada de San Ysidro, cerca de San Diego.
La caravana pidió protección en la frontera, pero la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, les informó que el cruce de San Diego ya estaba a su capacidad y solo puede admitir personas adicionales a medida que haya espacio y recursos disponibles. La agencia solo puede albergar a unas 300 personas temporalmente.
Para llegar al puerto, los migrantes tomaron autobuses de los refugios en el centro de Tijuana hacia el lugar donde la cerca de la frontera alcanza el Océano Pacifico. Allí fueron recibidos por cientos de partidarios que corearon y vitorearon a lo largo de una manifestación que duró una hora en solidaridad con la caravana.
Durante su travesía los migrantes tuvieron que caminar, viajar en trenes de carga y en autobuses a lo largo de un mes, muchos de ellos dijeron que temían por sus vidas en sus países de origen.
El presidente Donald Trump ha dejado en claro en más de una ocasión, que los inmigrantes no son bienvenidos en este país y para evitarlos ordenó el despliegue de tropas de la Guardia Nacional en la frontera sur, así como equipos de jueces de inmigración, fiscales y oficiales para que procesen rápidamente solicitudes de asilo, medida que tiene como objetivo deportar a los inmigrantes con casos leves tan rápido como sea posible.
La caravana fue organizada por un grupo transnacional, el cual tiene la intención de proteger a los migrantes para que viajen más seguros como grupo y para llamar la atención sobre la pobreza, la violencia de las pandillas y la agitación política en América Central que hace que familias enteras huyan de su país.
De acuerdo a la directora adjunta de Showing Up For Racial Justice, Heather Cronk, un grupo que apoya los temas de justicia racial, hay alrededor de 80 familias estadounidense que se han ofrecido a patrocinar migrantes que buscan asilo. Tener patrocinador podría mejorar las posibilidades de los migrantes de ser liberados de la detención mientras buscan asilo en los Estados Unidos.
La administración Trump ha seguido la caravana de cerca desde que salió de México, cerca de la frontera con Guatemala, el pasado 25 de marzo. El fiscal general Jeff Sessions la calificó como “un intento deliberado de socavar nuestras leyes y desbordar nuestro sistema.”
Al pedir asilo los migrantes se enfrentan a un futuro incierto en este país, ya que pueden ser separados de su hijos y ser detenidos durante meses, y si se descubre que el solicitante está mintiendo podría ser procesado.
Los solicitantes, típicamente son detenidos por tres días en la frontera y posteriormente son entregados a Inmigración y Control de Aduanas. Si pasan el examen inicial del oficial de asilo, pueden ser detenidos o liberados en los Estados Unidos con monitores de tobillo.
Oficiales de la administración se han manifestado en contra de lo que ellos llaman políticas de “captura y liberación” de Estados Unidos, las cuales permiten que las personas que solicitan asilo sean liberadas en los Estados Unidos mientras sus reclamos se resuelven en los tribunales, el proceso puede durar hasta un año.
