MINNEAPOLIS, MN
El médico de las gimnastas olímpicas Lawrence Nassar, quien por años abusó sexualmente de más de 100 atletas y ex atletas, fue sentenciado ayer a pasar un mínimo de 40 años y un máximo de 175 en prisión.
Después de una semana de audiencia, el Tribunal de Michigan condenó a Nassar quien por 20 años abusó de las menores que estuvieron bajo su cuidado sin que nadie hiciera nada. El abuso ocurrió incluso en presencia de su padres.
Durante el tiempo que duró la audiencia, hablaron públicamente más de 150 mujeres sobre el abuso sexual al que dijeron haber sido sometidas por el doctor Nassar de 54 años, ex encargado del equipo de gimnasia olímpica estadounidense. El doctor es culpable de cometer la peor epidemia de abuso sexual en la historia del deporte.
La jueza Rosemarie Aquilina, abrió el tribunal a todas las mujeres que quisieran encarar a Naasar forzándolo a escucharlas, incluso cuando él le pidió ya no hacerlo. La semana pasada, sus abogados habían solicitado detener el “circo mediático” de declaraciones, porque afectaba su “salud mental”, pero su petición fue rechazada.
Antes de dictar su veredicto, la magistrada leyó un fragmento de una carta que Nassar había escrito unas semanas después de declararse culpable por posesión de pornografía infantil en 2017, el que él sostenía su inocencia: “ Fui un buen doctor, porque mis tratamientos funcionaron. Los medios convencieron a todos de que lo que hice estuvo mal”.
Nassar, aseguró que se había declarado culpable porque “la jueza no le permitía alegar”, pero cuando la jueza le pregunto que si quería alegar, él contestó que “no” y se volvió a declarar culpable.
Finalmente hizo un descargo en el cual le pidió disculpas a sus víctimas: “No hay palabras para describir la profundidad y amplitud de cuánto lamento lo que ha ocurrido”, y aseguró: “Llevaré sus palabras conmigo por el resto de mis días”.
Al leer su condena, la juez Aquilina dijo: “es un honor y un privilegio sentenciarlo porque no merece caminar fuera de una prisión jamás, no hizo nada para controlar lo que sentía”. “Acabo de firmar su sentencia de muerte”.
La magistrada, pidió además que se inicie una exhaustiva investigación sobre por qué nadie hizo nada y por que hubo silencio por más de dos décadas y felicitó a las mujeres que se atrevieron a enfrentar a su verdugo.
