BEMIDJI, MN
El sub director de la secundaria de Bemidji, Brandon Bjerknes, admitió ayer haber engañado a varios menores, incluyendo a los estudiantes de su escuela, para que le mandaran fotos y videos de ellos desnudos a través de Snapchat y Facebook.
Bjerknes de 35 años de edad, se declaró culpable en la Tribunal de Distrito de los Estados Unidos en Saint Paul bajo de los cargos de coerción de menores y tentación y producción de pornografía infantil.
Los crímenes que se le imputan podrían ponerlo tras las rejas en un prisión federal por lo menos 15 años, pero las pautas piden cadena perpetua. Sin embargo, el recurso de amparo no impide que el abogado de Bjerknes, Peter Wold, negocie una sentencia de prisión más corta.
El comunicado que dieron a conocer las autoridades, indica que mientras Bjerknes era subdirector en la Escuela Secundaria Bemidji, uso una cuenta falsa en las cuentas de medios sociales, así como “fotografías falsas también para contactar tanto a hombres como mujeres estudiantes de secundaria y de preparatoria, luego les pedía que le enviaran fotografías sexualmente explícitas. “Algunas” de las victimas eran estudiantes de la Secundaria Bemidji.
También ha sido acusado en una corte federal con dos cargos de producción de pornografía infantil, un cargo de distribución de pornografía infantil y un cargo por intento de coerción y tentación de un menor.
Bjerknes fue arrestado en el Condado de Bletrami el pasado 23 de marzo y fue acusado con dos cargos de involucrarse en una comunicación electrónica en la que describe conducta sexual con un niño. En mayo, fue acusado de otros dos cargos.
Los cargos federales no afectan los cargos estatales, de acuerdo con el abogado David Frank de la oficina del fiscal del condado de Beltrami.
Los oficiales de la oficina del alguacil del condado de Beltrami, ya habían comenzado una investigación en el otoño de 2016, cuando comenzaron a recibir quejas de los padres de los estudiantes de la secundaria. Los padres de las jovencitas encontraron mensajes “inquietantes” en los teléfonos celulares de sus hijas. Los mensajes provenían de una cuenta de Facebook de alguien que usaba el nombre “Brett Larson” quien estudiaba en Duluth. Derivada de esa queja, los investigadores encontraron que la dirección IP provenía de la computadora del acusado.
Según su abogado, “el tiene una enfermedad mental y ha estado trabajando para tratar de arreglarlo. No tienen por que darle una sentencia de por vida.”
