MINNEAPOLIS, MN
Pruebas y tribulaciones de un estudiante universitario indocumentado.- Extracto de un articulo publicado en Huffington Post por Matthew Ogbeifun. Compartido por Mesa Latina para El Minnesota de Hoy.
Originario de un pequeño pueblo de Nayarit, México, Néstor Gómez siempre ha tenido una pasión por una carrera en ingeniería, que está profundamente arraigada en su amor por el medio ambiente. Cuando era adolescente, Néstor comenzó a participar y luchar por la justicia social, ambiental y alimentaria con “Tamales y Bicicletas”, una organización local y sin fines de lucro de Minneapolis que apoya a jóvenes estudiantes latinos inmigrantes a vivir en armonía con ellos mismos, sus familias y con la comunidad a través del empoderamiento cultural y la preservación cultural.
En casi todo, Néstor es como cualquier otro estudiante universitario, sin embargo, Néstor es una persona muy ambiciosa. Como estudiante de pregrado en la Universidad de Minnesota-Twin Cities persigue una licenciatura en Ingeniería de Bioproductos, y es un miembro activo de la comunidad universitaria a través de la Sociedad de Ingenieros Hispanos (SHPE) y un activista de la comunidad apasionado de los derechos de los inmigrantes.
A pesar de su éxito académico y de su participación estudiantil y dentro de la comunidad, Néstor como un estudiante indocumentado, se enfrenta a incertidumbres jurídicas únicas y limitaciones en el sistema educativo de Estados Unidos.
Néstor emigró con su padre a los nueve años de edad. Su padre, un pescador de la zona, se encontró con dificultades financieras y fue incapaz de pagar sus deudas. Fue en ese momento cuando el padre de Néstor decidió hacer el peligroso viaje a los Estados Unidos en busca de una vida mejor para él y Néstor.
Después de llegar a los Estados Unidos, Néstor inicialmente tuvo dificultades para adaptarse a una cultura diferente. En su primer día de escuela, Néstor vívidamente recuerda haber llorado porque se sentía como si no pudiera hacer nada – deletrear, leer, escribir o comunicarse. Se sentía impotente y vulnerable.
“Yo no sabía el idioma, y racialmente yo no era el mismo. Después de la escuela secundaria, empecé a salir con el grupo equivocado de personas y no me importaba mucho mi educación porque sabía que incluso si yo terminaba la preparatoria no podía trabajar legalmente en los Estados Unidos. Podría ser deportado en cualquier momento al igual que cualquier persona con ambición y visión. Si no puedes desarrollarte, se pierde el propósito.”
Durante su último año en Robbinsdale Armstrong High School en Minneapolis, Néstor se sometió a un cambio en la forma en que percibía su situación. Comenzó la Colocación Avanzada (AP) y decidió que iba a asistir a North Hennepin Community College en Minneapolis.
Los colegios comunitarios en Minnesota no requieren que los estudiantes tengan un número de seguro social, pero tienen que pagar toda la matrícula de su bolsillo, ya que no hay apoyo financiero estatal o federal.
Con el fin de pagar su educación, Néstor comenzó a trabajar tiempo completo en un restaurante local, además de ser un estudiante de tiempo completo.
El 15 de junio de 2012, la situación de Néstor cambió drásticamente para mejor. El Presidente Obama creó una nueva política llamando a la acción diferida para jóvenes indocumentados que llegaron a Estados Unidos cuando eran niños. Las personas que están dentro de esta política tienen dos años de protección contra la deportación, un permiso de trabajo y un número de seguro social.
Además con esta iniciativa Néstor es elegible para solicitar en la universidad tarifas como residente del estado, ayuda financiera estatal y ayuda económica con fondos privados.
Pueden aprenderse lecciones a través de la historia de Néstor. Él ve las pruebas y tribulaciones que ha enfrentado como inmigrante indocumentado como una oportunidad de desarrollo personal para convertirse en un modelo a seguir para los demás y para seguir luchando por la igualdad entre todas las personas.
Él es muy apasionado acerca de retribuir a la comunidad a través de su participación por la Reforma Migratoria en Minnesota. Durante Mayo del 2013, Néstor participó en una huelga de hambre para conseguir licencias de conducir, instando al gobernador Dayton para hablar con su grupo. Néstor dice que se les prometió una reunión con el gobernador que fue pospuesta indefinidamente.
Minnesota Mesa Latina, el grupo activista de la comunidad en donde participa Néstor, impulsó un proyecto de ley que permite a los inmigrantes indocumentados solicitar licencias de conducir. “Este es un problema de seguridad pública”, dijo Néstor, “Debemos lograr que las personas que ya están manejando sean entrenados adecuadamente, aprobados y tengan licencia.”
Por ahora la Reforma Migratoria es la esperanza a la que Néstor y otros miles de estudiantes indocumentados se aferran. Tienen la esperanza de que un día se les permita ser más visibles y comenzar a apoyar a la sociedad que los crió.
A pesar de sus circunstancias extenuantes, Néstor continúa con su educación como una inversión para un futuro mejor para él y su familia. A pesar de que puede estar luchando contra adversidades hoy, él es capaz de perseverar a través de su creencia de que un título universitario es el siguiente paso para convertirse en un modelo a seguir para su comunidad.
“Yo no quiero regresar a México. Ya he adoptado a América como mi país”, dijo Néstor. “En cierto sentido, soy un americano sin documentación.”
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