MINNEAPOLIS, MN
Teniendo que pensar en las razones por las cuales decidiría ir a Wisconsin Dells este fin de semana, mi vecino indicó que ahí está el museo de artefactos espaciales, y que el edificio/restaurant que esta de cabeza es sumamente atractivo, y que montarse a uno de los Ducks y navegar como si fueses del ejercito es “increíble”. El show en el Tommy Bartlett Exploratory. En ese momento, respondí a mi vecino que este fin de semana Wisconsin Dells dará espacio a un evento singular” Los Dells.
Hmmm? Fue lo que tanto su voz como su rostro expresaron. Y, entonces comencé a explicar que el famoso balneario, justo a la mitad del camino entre Las Ciudades Gemelas y Chicago, habría de presentar una versión modificada del festival Vive Latino de la Ciudad de México. Que este 2 y 3 de septiembre, comenzando al medio día del 2, para finalizar a la media noche del 3, se darán cita artistas diversos, variados y para distintos gustos.
Que la hermosísima, de hermosa voz, Carla Morrison, llenará de latinidad al estado entero de Wisconsin, para hacernos vibrar con sus Lágrimas, para Compartir que Yo Sigo Aquí, y que nos dirá que Eres Tu, quien le ha dado Un Beso, para pedir, acaso, Déjenme Llorar. Que con ella, tan sólo, el festival vale ya la pena, y que, la Morrison es originaria de Tecate, Baja California. Mi vecino inmediatamente pensó que hablaba de la cerveza, por supuesto, y tuve que aclarar…
Dije luego que llegaba el “Rebelde del Acordeón”, como auténtico regio (de Monterrey, México), colombiano, pues toca la cumbia, y que todo México ha bailado con su Cumbia Sampuesana, por la que mi amigo colombiano apostaba era originaria de Barranquilla. Que si fuera le pediría tocase también su Cumbia Sobre el Río, y ojalá con el back-up de su diálogo… “no se oye de aquí güey…” Y yo gritaría con él: “Y desde Monterrey, una cumbia colombiana… para todo el mundo.”
También de Monterrey una banda de rock alternativo, Kinky, quien le cantaría a las Anorexic Freaks, con Tonos Rosa en una Noche de Toxinas, Seguro traerán también su famosa A Donde Van los Muertos, y que todos corearíamos la, la, la, la…. ¡¿A dónde van?! Nos quedaríamos con ellos, con la banda, Hasta Quemarnos, bailando hasta que eso pase.
En este momento la traducción al inglés dejaba de lado mucho, pero lograba generar interés en mi vecino. Entonces le dije que Estaría Las Cafeteras, esa banda Mexicana que nació en Los Angeles, como decía la famosa costarricense mexicana Chabela Vargas (los mexicanos nacemos donde se nos da la gana…). Y que el grupo estuvo hace poco en Minnesota, y que son buenísimos, fusionando sonidos afromexicanos con sones jarochos.
La famosa banda mexicana Maná también llenará el foro, sin duda, y estaría ahí esperando que cante El Muelle de San Blás, y disfrutaría Rayando el Sol, mientras pensaba estar Clavado en un Bar, o buscar un Amor Clandestino, aun cuando supiera de siempre que encontraría unos Labios Compartidos, pero pensaría al fin: Bendita Tu Luz.
Con Daddy Yankee, el vecino se emocionó: ¡Ah! ¿Entonces estará también Luis Fonsi? No, no carnal, nada más el Daddy, y esperemos que no cante Despacito… Porque no habrá tiempo de que entren en escena Prince Royce, Deorro, Becky G., Nicky Jam, Quantic, Ejambre, la imperdible Sofía Reyes, ni Los Tucanes… Si, le dije, los de Tijuana.
Mucha información, muchas razones para ir a un festival que llenará de latinidad un territorio tradicionalmente muy “gringo” y que sin duda hará historia. En este punto, parecía que la cabeza de mi vecino estaba por estallar. No sabía ya si estaba pensando en convencer a su mujer de ir juntos, de invitar a la vecina de esquina o bien de irse en su motocicleta. Como quieras le dije. ¡Ve! Que, sobre todo, ¡va a estar bien chido!
Entonces, no pude evitar una breve, furtiva lágrima, que, junto con las de Morrison, venía del mar de lo inmenso de todo, pero sobre todo de recordar que no podré ir… Estas lágrimas… estas lágrimas… así que déjenme llorar, pues quiero sacarlo de mi pecho… quiero despedirme en silencio… hacer mi mente razonar, que para eso no hay remedio…
