MINNEAPOLIS, MN
Al parecer, el rifle que utilizó el asesino de 17 estudiantes en la Florida este miércoles es una AR-15, un rifle de alta capacidad dentro de las armas de asalto y el más popular, ya que fue el mismo tipo de arma que usaron los atacantes en Las Vegas y Orlando, las masacres a mano armada más letales de la historia de Estados Unidos.
También aparece en la mayoría de los tiroteos masivos más recientes: en Umpqua, Oregón en octubre de 2015; en San Bernardino, en 2015; en el cine de Aurora en julio de 2012 y en la escuela primaria Sandy Hook en diciembre de 2012.
La AR-15 es popular por que es económica, liviana y fácil de operar, tiene un costo promedio de entre 600 y mil 200 dólares y pesa unas 8 libras y es considerada uno de las armas para uso civil más seguras y confiables.
El rifle estuvo prohibido bajo la Ley de Prohibición de Armas de Asalto, durante el mandando de Bill Clinton en 1994 y no fue renovada diez años después cuando se cumplió su vigencia. Ocho años después, en 2012, había cerca de 3 millones AR-15 de uso común en el país.
Con cada tiroteo, crece la controversia y la politización sobre el arma, y los usuarios, temiendo que la vayan a prohibir de nuevo, salen a comprarla. Por lo que su venta aumenta después de cada masacre.
Pero al parecer, esta última masacre hará que los Republicanos en el Congreso y el gobierno federal se adentren en el problema en contra de la violencia con armas. Mientras que a recientes tiroteos le han seguido pensamientos y oraciones, en esta ocasión el presidente de la Comité Judicial de la Cámara, Bob Goodlatte, republicano por Virginia, dijo ayer que es tiempo para que el Congreso elimine la restricción de 22 años que prohíbe al centro de Control y Prevención de Enfermedades que estudie la relación entre la salud mental y la violencia armada.
La Secretaria de Educación Betsy DeVos dijo que el gobierno debería de sostener audiencias después del tiroteo en la escuela preparatoria Marjory Stoneman y alegó que a los tiroteos masivos le siguen una serie de señalamientos que da mucho de que hablar pero no soluciones.
Después del tiroteo hubo una audiencia en Capitol Hill donde se le preguntó al secretario del Tesoro Steve Mnuchin si el presupuesto debería incluir fondos para enfrentar el aumento de la violencia armada.
Y aseguró: “me doy cuenta de la severidad y la tragedia y hablaré con el presidente y los otros miembros del gabinete “.
