MINNEAPOLIS, MN
Desde el 2012 un concepto innovador de trasportación comenzó a ponerse a prueba. Se trataba de crear una comunidad en la que propietarios de automóviles privados encontrarían una forma de compartir sus vehículos, y obtener a cambio un ingreso, al tiempo que los usuarios encontraban una alternativa al uso de taxis, muchas veces sobrevaluados, y tantas otras tratándose de automóviles en mal estado. El proyecto nació en San Francisco, y para muchos estaba condenado al fracaso.
Sorprendentemente, el 28 de mayo del 2015, con sólo tres años de vida, Uber contaba con presencia en 58 países, y con servicios en 300 ciudades alrededor del mundo entero. El formato del servicio se asienta en el uso de un app que fue desarrollado en la misma ciudad de San Francisco, mediante el cual se logra identificar la disponibilidad inmediata y más cercana de un auto, en las cercanías de donde se requiere. Lo mejor, para muchos, es que los propietarios de autos se esmeran por mantener sus vehículos en buenas condiciones, y ofrecen un servicio amigable y cordial, que muchas ocasiones son inexistentes en los taxis tradicionales. Hoy, incluso, han surgido muchas otras iniciativas que copian el modelo, a lo que se conoce como “uberificación.”
En días recientes se ha desatado una disputa por parte de taxistas en contra de Uber y firmas similares (como Lyft). En algunos casos se ha llegado a confrontaciones directas incluso, o bien en demandas legales en contra del servicio en plataforma de teléfonos inteligentes. En otras ocasiones, se ha optado por introducir alternativas innovadoras en el servicio de taxi, como en el caso de iHail, que trabaja con la misma plataforma, pero opera como taxi tradicional, bajo demanda.
Las ciudades gemelas son parte de esta última tendencia, cuando Taxi Services In., compañía asociada con Airport Taxi, Town Taxi y Yellow Cab (servicio de transporte que comenzó a servir en el área desde los años tempranos de los 1900’s), ha introducido esta modalidad para contrarrestar el creciente interés por parte de usuarios en favor de Uber. La diferencia es que se ha implementado un centro de operaciones tecnológico, en donde incluso se sigue a cada taxi que esté en servicio, por medio de sistemas de navegación.
Hace apenas dos años, la empresa lanzó una aplicación para iPhone y Android, introducida en forma gratuita a usuarios, bajo el nombre iHail, que permite a los clientes programar el arribo de un taxi en solo dos pasos en sus propios teléfonos. La aplicación determina la localización del cliente por medio de GPS, y envía al taxi más cercano. Cuenta también con un estimador del costo del viaje, y los clientes reciben notificaciones vía telefónica al momento en que el taxi se aproxime.
Sin embargo, iHail no es el único servicio de esta modalidad que existe, contándose, por ejemplo, Curb, que emplea aplicaciones de teléfonos inteligentes desde el 2009. Este servicio se encuentra disponible en 60 ciudades, e incluye las firmas Suburban, Green & White Taxi, Blue & White Taxi, y 10/10 Taxi MN en sus flotas locales.
Con esta posición, los servicios de taxi buscan contrarrestar el ascenso de Uber y Lyft, aun cuando falta la desventaja que suponen los costos de servicio. Al colocar al usuario en contacto directo con un propietario de un auto, el costo puede ser muy bajo en comparación con operaciones centralizadas. Y aun así, en Minneapolis se ha legalizado la competencia, a diferencia de lo que ha ocurrido en ciudades como Paris o la propia ciudad de México. Lo que se ha de observar en el corto plazo es la asociación de diversas empresas de taxis, bajo el formato de iHail, a fin de lograr disminuir las tarifas, y acaso, sólo acaso, llegar a competir contra Uber.
Una forma diferente, y acaso más racional, de competir.
