MINNEAPOLIS, MN
Ya sea en la mesa de la cena de Acción de Gracias o esperando en la fila para conocer al mismísimo Santa, las crisis y los disgustos pueden ocurrir en cualquier momento y edad. Sin embargo, cuanto más joven es un niño en edad o en aspectos de desarrollo, más frecuentes y perturbadoras pueden ser las crisis.
¡Comprender lo que sucede en el cerebro durante una crisis puede ayudarle a estar mejor preparado para evitar el próximo desastre!
¿Le interesaría hablar con la Dra. Rebecca Jackson, autora del nuevo libro número uno en Amazon, Back on Track: A Practical Guide to Help Kids of All Ages Thrive, y directora de programas y especialista cognitiva certificada por la Junta de ¿ Brain Balance sobre consejos para minimizar o prevenir las rabietas durante la temporada navideña ? Consejos a continuación:
- Conozca las señales y señales de su hijo de que las cosas están empezando a empeorar. Una señal facial clave de que las cosas están empezando a intensificarse son las mejillas sonrojadas. Además, busque un cambio en el nivel de actividad: apagarse, volverse hiperactivo o más ruidoso y agitado.
- Sea consciente del umbral sensorial de su hijo. Todos tenemos un umbral para cuando ya es suficiente y todos nos volvemos más hostiles e irritables. Prestar atención a lo que su hijo puede tolerar con éxito puede ayudar a prevenir futuros disgustos y crisis. Esto también incluye entradas sensoriales que son diferentes, más grandes o más largas; Son muy fatigantes para el cerebro, ¡especialmente en entornos nuevos como el centro comercial!
- Si comienza una crisis, ¡minimiza el caos y cambia el medio ambiente! Saque a su hijo del escenario moviéndolo o pidiéndole a otros que se vayan. Piensa en calma, tranquilidad, tranquilidad. Puede atenuar la iluminación, apagar la televisión o la radio o tomar una toallita fría o agua helada para beber. Pruebe una nueva táctica en la que “queda BAJO los ruidos de su hijo, ¡NO SUPERANDO!” Cállate, no hagas ruido. Si bien gritar puede ser tu instinto para que puedan escucharte, puede desencadenar aún más su respuesta de lucha/huida, haciéndolos colapsar más rápido.
- Utilice menos palabras, no más. Cuando su hijo está al borde del colapso, NO es el momento de darle una lección de vida ni de razonar con él. Su cerebro NO procesará bien la información en este punto, lo que puede frustrarlo aún más.
- ¡Involucra grandes grupos de músculos del cuerpo para ayudar a cambiar qué partes del cerebro se activan! Sal a caminar, andar en bicicleta o saltar en un trampolín. Algo sin sentido que proporcione información sensorial y active los músculos puede ayudar a restablecer el estado de ánimo y las emociones.
La Dra. Jackson es actualmente la directora de programas de Brain Balance, donde ha diseñado e implementado programas enfocados en fortalecer y mejorar la conectividad en el cerebro para minimizar los desafíos asociados con el desarrollo, el aprendizaje y la atención durante 15 años. Brain Balance es un programa personalizado y no médico que se ofrece en el centro o en casa. Los programas son integradores e incorporan ejercicios sensoriales, motores y cognitivos respaldados por una nutrición saludable para optimizar el crecimiento y el desarrollo.
Su libro recién publicado, De nuevo en marcha, es para todos los padres y educadores que buscan una comprensión más profunda de por qué el estrés prolongado y el cambio de la pandemia interrumpieron el desarrollo, exacerbando los desafíos y preocupaciones que enfrentan los niños, padres y maestros de hoy, y qué se puede hacer para ayudar a los niños a recuperarse.
