SAINT PAUL, MN
En un reciente estudio publicado en línea por el sitio Nerdwallet, en donde se analizan las condiciones económicas de grupos específicos a lo largo del país, se resalta que los niveles de ingresos se han incrementado para las mujeres de los Estados Unidos a partir del tiempo en el que sus percepciones representaban tan solo el 59 por ciento de lo percibido por los hombres. Esto es, en 1974. Sin embargo, se subraya en la misma publicación, la brecha persiste.
Nerdwallet analizó los datos más recientes de la Oficina de Censos de los Estados Unidos, a fin de comparar los ingresos medianos entre trabajadores de tiempo completo de sexo masculino, para compararlos con el mismo monto percibido por trabajadoras mujeres también de tiempo completo, y con la intención de alcanzar a hacerlo en todas los sectores productivos. Hoy, en promedio, una mujer en Estados Unidos percibe 80 centavos por cada dólar que un hombre gana.
A pesar de ello, en algunas ciudades en el país, las mujeres tienen ingresos casi tanto como, o incluso superiores a, lo que perciben los hombres en cargos equivalentes. A fin de identificar esos sitios, la publicación examinó datos para 529 ciudades en el país, y les clasificó con base en el ambiente de trabajo en el que se encuentran las mujeres.
Con datos estimados para el año 2014, con base en información censal y a través de la Encuesta de la Comunidad Americana, se ajustaron los niveles de ingreso tomando en cuenta el nivel de participación laboral, así como el costo de vida con base en los niveles de renta a pagar. También se incluyen las tasas de desempleo publicadas por la Oficina de Estadísticas Laborales de los Estados Unidos.
Así, el tipo de industria influye enormemente en las diferencias registradas, con mujeres dominando en el área de cuidado de la salud y en educación. Se concluye también que en tan sólo muy pocas ciudades, las mujeres ganan más que los hombres. Y, sobre todo, Minnesota domina entre las 10 mejores ciudades para mujeres que perciben ingresos.
Rochester, Minneapolis y St. Paul.
Y es que, al considerar todos los factores a analizar, Rochester, Minneapolis, y St. Paul, lograron el 1,2,3 en esta categoría. En las tres ciudades, los ingresos medianos para las mujeres son del orden del 90 por ciento en comparación con los hombres; la tasa de desempleo es muy baja, en comparación con el promedio nacional; y el costo de la vida aparece ser también más bajo que en otras ciudades en el grupo analizado.
En Rochester destaca el que las mujeres dominan dentro del mayor empleador de la región, la Clínica Mayo, y con amplia participación en las escuelas públicas de la ciudad, en el Centro Médico Olmsted y en la firma IBM. El ingreso mediano de las mujeres es equivalente el 92.3 por ciento del de los hombres, y en general se gasta el 22.2 por ciento de los ingresos en vivienda.
Minneapolis ofrece una figura en la que las mujeres perciben el 94 por ciento de lo que perciben los hombres como mediana, y tienen mayor participación en instituciones financieras, así como en oficinas de gobierno local.
St. Paul tiene como característica que las mujeres tienen una tasa de participación laboral muy similar a la de los hombres, tan sólo por debajo en 0.6 por ciento, comparado con el 10 por ciento a nivel nacional. 3M, Ecolab y St. Jude Medical aparecen como buenos sitios para el desarrollo profesional de las mujeres.
A las ciudades de Minnesota le siguen Iowa City, en Iowa, Denton, Texas, Durham, Carolina del Norte, Ann Arbor, Michigan, Bismarck, Dakota del Norte, Skokie, Illinois, y Redwood City en California.
Faltaría, desde luego, llevar el análisis a las diferencias que puedan prevalecer con base racial o étnica, a fin de determinar si, como ocurre en indicadores de salud y de educación, en los que el estado destaca, pero no así en el análisis de los datos con base a diferencias culturales.