MINNEAPOLIS, MN.-
El expresidente de Estados Unidos Donald Trump intensificó este viernes su ofensiva para debilitar a Nikki Haley, que compite contra él en las primarias republicanas de cara a las elecciones de noviembre y podría cosechar buenos resultados en Nuevo Hampshire.
Desde hace días, Trump ha dirigido ataques hacia Haley, exgobernadora de Carolina del Sur (2011-2017) y exembajadora ante Naciones Unidas (2017-2018), cuestionando su perfil moderado y afirmando que no es lo suficientemente conservadora como para erradicar la corrupción que, según él, afecta a Washington.
En un mitin en Nuevo Hampshire, el exjefe del Ejecutivo estadounidense expresó este viernes que Haley “no tiene madera presidencial” y que “probablemente” no le acompañaría en su equipo de Gobierno si fuera elegido presidente en los comicios de noviembre.
“Ella no es tiene madera presidencial (…) Cuando digo eso, significa que probablemente no va a ser elegida como vicepresidenta”, aseveró Trump.
Horas atrás, el favorito a la nominación republicana había ido más allá al realizar comentarios de índole racista contra Haley, quien es hija de inmigrantes de la India.
Ataques racistas
En concreto, Trump recurrió a su plataforma Truth Social para burlarse del nombre de nacimiento de Nikki Haley, y se refirió repetidamente a ella como “Nimbra”.
Haley nació en 1972 en Bamberg (Carolina del Sur) con el nombre de Nimarata Nikki Randhawa. Siempre ha usado públicamente su segundo nombre, Nikki, y adoptó el apellido Haley tras su matrimonio en 1996.
Trump también ha difundido teorías conspirativas sobre Haley, afirmando que no puede competir por la Presidencia debido a que sus padres no eran ciudadanos estadounidenses cuando nació.
Ese tipo de retórica es similar a la que Trump usó durante años contra Barack Obama, el primer presidente afroamericano de la historia de EE.UU. y al que el político republicano acusaba falsamente de haber nacido en Kenia.
En Estados Unidos, los presidentes deben haber nacido en territorio estadounidense para poder ostentar el cargo.
Frente a este tipo de ataques, Haley respondió con firmeza y, en una entrevista con la cadena Fox, consideró que Trump tiene ese tipo de “berrinches” porque “claramente se siente inseguro”.
Quedan cuatro días para las primarias de Nuevo Hampshire, en las que Haley está intentando establecerse como la única alternativa a Trump en el proceso de primarias republicano.
Según la media de encuestas realizada por la plataforma FiveThirtyEight, Trump podría hacerse el 23 de enero con el 49,1% del voto, mientras que Haley conseguiría 33,8%.
El apoyo del senador Tim Scott
Sin embargo, Haley no lo va a tener fácil. Los analistas consideran que la candidata debe quedarse a menos de diez puntos porcentuales de Trump en Nuevo Hampshire para seguir siendo una alternativa viable; pero, incluso si eso ocurre, lo tendrá difícil en el resto del proceso de primarias.
Después de Nuevo Hampshire, las siguientes primarias se celebrarán el 24 de febrero en Carolina del Sur, estado del que fue gobernadora y donde espera superar todas las expectativas para seguir en liza.
No obstante, hoy Trump obtuvo el respaldo de Tim Scott, senador por Carolina del Sur y quien el año pasado lanzó una campaña para competir en las primarias del Partido Republicano pero tuvo que retirarse por falta de apoyo.
Scott, el único senador afroamericano de la formación conservadora, ingresó al Senado en 2012 gracias a que Haley, entonces gobernadora de Carolina del Sur, lo nombró para ese cargo.
Su apoyo a Trump ha sido visto como una victoria, debido a la capacidad de Scott de movilizar a los votantes a su favor en las primarias de Carolina del Sur.
En dicho estado, las encuestas dan a Trump la victoria con el 61 % del voto, mientras que Haley quedaría segunda con el 24,8 % y el gobernador de Florida, Ron DeSantis, en tercer lugar con el 8,9 %, de acuerdo a la media de sondeos de FiveThirtyEight.