MINNEAPOLIS, MN. Por Laura Posada
Mucha gente no presta la debida atención a las mañanas. Después de darle pausa varias veces el reloj despertador, se levantan todavía medio dormidos, como un robot, para bañarse, vestirse y dirigirse directamente al trabajo. Un café para despabilarse y listo. Luego comienzan a surgir las cosas, y cuando se dan cuenta se les fue el día y lograron muy poco en términos de productividad (recuerda que cuando decimos productividad no solo nos referimos a lo laboral, sino también a todas las demás cosas que son importantes para ti).
Si comienzas bien el día lo más probable es que lo termines igual de bien, así que lo que haces en la mañana puede ser la clave de tu éxito. Por eso hoy quiero que analicemos un poco más en profundidad las rutinas mañaneras para hacer los cambios que necesitas y aprovechar más tus mañanas, ¡y tus días completos!
Para poder despertarte a tiempo y con energía, es importante que hayas dormido bien: Esto implica tener una buena higiene del sueño, irte a dormir a la misma hora todos los días, apagar todos los equipos electrónicos (televisor, teléfono, tableta) al menos una hora antes de acostarte, tener una habitación con la temperatura y la oscuridad ideales, asegurarte de dormir al menos 7-8 horas. Esto te permitirá levantarte con energía y ánimos, y un poquito más temprano si es necesario.
Organiza lo que puedas desde la noche anterior: Dejar lista desde la noche anterior la ropa que te vas a poner, el maletín con los documentos que necesitas para el trabajo, la mochila de los niños, te ayudará a ahorrarte una cantidad importante de tiempo y dedicarla a otras prácticas más beneficiosas.
Tómate unos minutos para hacer una pequeña meditación, algunos ejercicios de respiración y de estiramiento: Seguramente estás muy ocupada, pero realmente todas estas prácticas juntas no te tomarán más de 15 minutos. Con cinco minutos que medites es suficiente, igualmente con los ejercicios de respiración y estiramiento. Eso te pondrá en el estado mental necesario (con paz interior, sin angustias) para dar el siguiente paso, que es la planificación.
Tómate cinco o diez minutos más para planificar tu día: Siempre hablamos de que hay que aprender a separar lo importante de lo urgente. Determina cómo vas a dividir tu día, cuánto tiempo le vas a dedicar a cada responsabilidad y qué vas a lograr completar durante la jornada completa. Especialmente piensa cuáles son tus objetivos a lograr antes de que llegue el mediodía.
Nunca omitas el desayuno: Un café por sí solo no es un desayuno. Puedes dejar fruta picada desde la noche anterior y mezclarla con granola o yogurt. Esto te tomará apenas unos diez minutos y estarás físicamente preparada para afrontar el día. Hay muchas otras opciones saludables de desayuno que puedes dejar listas desde la noche anterior y también puedes hacerlo con los almuerzos de los niños. También es importante que tomes suficiente agua para hidratar tu cuerpo.
Ahora sí, puedes proceder con todas tus demás actividades: Si logras implementar estos hábitos, te aseguro que podrás aprovechar más tu día, y sentirte más feliz y productiva, cosas que se reflejarán en tu armonía personal y familiar. @PosadaLifeCoach