MINNEAPOLIS, MN
Cerca de la Universidad de Minnesota, en donde existe una estación de la línea azul, y en el centro de actividades diversas, que van desde algún bar en el que confluyen los amantes del fútbol cada que hay un torneo relevante, y casi a espaldas del Teatro Mixed Blood, el Cedar Cultural Center se ha consolidado como un punto de confluencia de diversas y cosmopolitas expresiones culturales. Ahí se han dado cita artistas de renombre internacional, como es el caso de Bajofondo, o de Inti Illimani, grupo chileno que hace no mucho trajo su música y su canto al centro.
El Cedar Cultural Center (también conocido como el Cedar, se localiza el vecindario conocido como Cedar-Riverside, en Minneapolis, y es una organización sin fines de lucro la que le administra. Música folk, blues, jazz, música internacional, indie rock, muchos músicos locales, otros de alrededor del país entero, han alternado en el espacio con músicos internacionales.
Inicialmente, el Cedar fue un teatro para presentación de muestras cinematográficas, siendo que el edificio que hoy es tan famoso se construyó en 1948, y operó como tal, sala cinematográfica, hasta los años de 1970s, antes de caer en total abandono, y sin que nadie más estuviese interesado en usarlo. El Cedar Cultural Center tomó ese edificio en 1989, cuando Keith Heller, magnate del negocio de las bienes raíces, donó el teatro precisamente a una organización sin fines de lucro que iniciaban entonces Deb Martin y Mary Ann Dotson, conocida como Minnesota STAR (Sociedad para Artistas y Recursos Tradicionales).
A lo largo de estos 25 años, el Cedar Cultural Center se ha convertido en un espacio acogedor, no sólo para los músicos que ahí tocan, sino sobre todo para quienes asisten a disfrutar de la misma, al encontrarse en entera comunión y comunicación con los músicos. Un espacio prácticamente abierto, que permite la reestructuración de sillas y equipo de sonido, a fin de adecuarse a las características de cada banda, de cada espectáculo.
La acústica resulta ser de extrema buena calidad, acaso debido a la construcción misma, pues se cuenta con una resonancia singular, que da la sensación de encontrarse en medio de una banda que estaría ejecutando su música de forma simultánea en dos, y hasta tres posiciones distintas en el Centro.
Por otro lado, es un lugar que, como imán cultural, ha logrado lo que muchos otros sitios musicales buscaran lograr: en él, se pueden ver, según sea el artista o el grupo que se presenten, muy diversos públicos, que acaso podrían tener sus sitios predilectos, pero que enriquecen el ambiente del local.
Prepárate para conocer, si aún no lo has hecho, o para volver, cosa segura si ya lo has conocido anteriormente, el Cedar Cultural Center, y a disfrutar de Alma Andina y de la orquesta Salsabrosa, que se presentarán en este escenario el día Domingo 10 de Junio para hacer bailar y sonar alto, con mensaje y mucho ritmo a la música Latinoamericana en la escena de Minneapolis.
