SAINT PAUL, MN
Dos noticias, una buena y una mala con los resultados de las pruebas SAT y ACT en Minnesota
¿Cuál gustas conocer primero: la buena o la mala? La buena es que los estudiantes que tomaron esta prueba estandarizada en el 2015 obtuvieron resultados superiores al promedio nacional, cuando que el resultado promedio compuesto fue de 22.7, siendo el más alto en todo el país, y en comparación con los 30 estados en los que más de la mitad de estudiantes a punto de entrar a college o universidad tomaron el examen en el 2015. El resultado compuesto a nivel nacional en promedio fue de 21.0. Esto es por cuanto al ACT.
“Por décimo año consecutivo, los estudiantes de Minnesota son los número uno en la nación en este importante examen ” dijo el gobernador Mark Dayton en un comunicado de prensa. “Felicito a nuestros estudiantes, maestros y administradores de escuelas por este excepcional logro.”
Algunos aspectos que han sido subrayados con estos resultados muestran una clara correlación entre la preparación que se tiene para el examen y los resultados, indicando que:
¬Los estudiantes que toman cursos rigurosos en el high school en forma consistente, tienen un mejor rendimiento en el ACT
¬Minnesota obtuvo un mucho mejor rendimiento en comparación al resto del país en inglés, lectura, matemáticas y ciencia en el ACT
¬Los estudiantes de Minnesota no se encuentran adecuadamente preparados para enfrentar trabajo a nivel universitario, en particular en matemáticas y ciencia, incluso aun cuando tienen mejor condición que en el resto del país.
¬Logros y participación en los exámenes presentan aun persistentes disparidades para estudiantes no blancos
¬Inscripción a la educación superior es la meta para el 89 por ciento de quienes tomaron la prueba. En el 2014, cuando 91 por ciento de los estudiantes que tomaron el examen dijeron aspirar a inscribirse en alguna institución de educación superior, sólo el 76 por ciento lo hizo.
Y estos últimos puntos hablan de la noticia mala: aun cuando Minnesota adquiere tan buenos resultados en promedio, las disparidades en educación persisten e incluso se ahondan. La doble cara de una moneda, de la cual muchos eligen la que desean mostrar, en función de sus propios intereses y afiliaciones políticas.
En el 2015, con un promedio de resultados de 22.7, los estudiantes blancos promediaron un score de 23.7, en tanto que estudiantes afroamericanos alcanzaron un registro promedio de 17.6. Entre estudiantes Latinos, el promedio fue 19.8, en tanto que entre nativo americanos dicho número fue de 19.3. Sólo los estudiantes blancos y los que se identificaron como de dos o más razas, lograron superar el promedio nacional, en tanto que el resto, incluidos los estudiantes de origen asiático (20.7), quedaron por debajo del promedio.
En los datos que se pueden consultar dentro del sitio de internet de la Oficina de Educación Superior de Minnesota (OMH), es posible observar la tendencia en los resultados en esta prueba estandarizada, a partir del 2002, con una clara tendencia a incrementar el promedio por parte de los estudiantes blancos (22.3 en 2002 a 23.7), en tanto que otros grupos parecen tener rendimientos más pobres con el paso del tiempo. Es el caso de los estudiantes hispanos, que pasan de un promedio de 20.2 a 19.8 en el mismo período.
Una moneda que brilla en una cara, y parece oscurecer en el otro, y que da cuenta de una de las disparidades más notables en el país. Situación que ha notado la Comisionada de Educación, Brenda Cassellius, quien se declaró descontenta con el resultado en este aspecto. Mucho se ha hecho, poco se ha logrado, y entonces mucho más aún queda por hacer.
