Washington, 13 ene (KHN vía EFE).- Por Julie Appleby y Phil Galewitz
Julie Ann Justo, farmacéutica clínica de enfermedades infecciosas para un sistema hospitalario de Carolina del Sur, esperaba que la semana de Navidad finalmente fuera el momento en que su familia pudiera reunirse de manera segura.
Antes de la celebración, los familiares elegibles se vacunaron y tuvieron sus refuerzos. Se aislaron y usaron máscaras. Y muchos confiaron en los resultados negativos de las pruebas rápidas de la covid-19 que se hicieron antes de la reunión que convocó a 35 personas en el sur de Florida.
Pero en menos de una semana, Justo y al menos 13 miembros de su familia dieron positivo a la covid-19, y muchos sintieron los síntomas típicos de un virus de las vías respiratorias superiores, como dolor de garganta y secreción nasal.
Como muchos otros, la familia de Justo aprendió por las malas que un solo resultado negativo de una prueba casera no es garantía de que una persona no esté enferma ni porte el virus.
Eso es aún más cierto con la variante ómicron, que es muy contagiosa. Las pruebas pueden hacerse demasiado pronto, antes de que haya suficiente virus presente para detectarlo, o demasiado tarde, después de que una persona ya haya contagiado a otras.
Y se supone que la mayoría de los tests deben usarse en pares, para hacerse dos pruebas con unos días de diferencia cada una. Pero muchas marcas traen un solo kit, y el costo, más la escasez, generan que muchos se hagan solo un test.
Si bien expertos dicen que las pruebas de antígenos caseras siguen siendo una herramienta útil, agregan que pueden brindar una falsa confianza.
Algunas personas ven erróneamente a las pruebas caseras “como una tarjeta de libertad”, dijo el doctor William Schaffner, especialista en enfermedades infecciosas en la Escuela de Medicina de la Universidad Vanderbilt, en Nashville (Tennessee). “Soy negativo, así que ya no tengo de que preocuparme”.
“Ómicron es tan transmisible que es un desafío usar cualquier tipo de estrategia de prueba en términos ir o no ir a reuniones y tener éxito”, dijo el doctor Patrick Mathias, vicepresidente de operaciones clínicas del departamento de medicina de laboratorio y patología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington.
Las pruebas rápidas son bastante buenas para detectar correctamente la infección en personas con síntomas, agregó Mathias, con un rango de precisión del 70 % a casi el 90 %, un estimado de varios estudios.
Otras investigaciones, algunas anteriores a la circulación de las variantes actuales o que se realizaron en entornos más controlados, han mostrado tasas más altas, pero, aún así, las pruebas todavía pueden pasar por alto a algunas personas infectadas.
Esto aumenta el riesgo de propagación, y la posibilidad crece dramáticamente dependiendo de la cantidad de personas que asisten a un evento.
Las pruebas rápidas son menos precisas en personas sin síntomas.
Para los asintomáticos, las pruebas rápidas “en promedio, detectan correctamente la infección aproximadamente el 50 % de las veces”, dijo Shama Cash-Goldwasser, asesora de Prevent Epidemics at Resolve to Save Lives, un grupo sin fines de lucro dirigido por el exdirector de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) Tom Frieden.
Mirando hacia atrás, Justo dijo que su familia hizo todo lo que pudo, pero reconoce que dos cosas los pusieron en mayor riesgo: no todos los miembros de la familia se hicieron la prueba antes de reunirse debido a la escasez de kits. Y asistieron varios niños menores de 5 años que aún no son elegibles para la vacuna. Más tarde, fueron de los primeros en mostrar síntomas.
“Probablemente dependimos demasiado de las pruebas rápidas negativas para reunirnos en interiores, sin otras capas de protección”, dijo.
“Una cosa crítica es el momento en el que se hace la prueba”, dijo Schaffner. Si se hace la prueba demasiado pronto, como uno o dos días luego de la exposición, los resultados pueden no ser precisos. Del mismo modo, la prueba varios días antes de un evento no dirá mucho sobre quién puede ser infeccioso el día de la fiesta.
Schaffner y otros recomiendan comenzar las pruebas tres días después de una exposición conocida o, si uno se siente enfermo, unos días después del inicio de los síntomas. Siempre es una buena idea usar ambas pruebas en el kit, según las instrucciones, la segunda de 24 a 36 horas después de la primera. Para un evento, hay que asegurarse que una de las pruebas se haga el día del evento.
Las pruebas de antígenos funcionan buscando proteínas específicas del virus, que deben estar presentes en cantidades adecuadas para que la prueba las detecte. (Las pruebas PCR de laboratorio son más precisas porque pueden detectar cantidades más pequeñas del virus, pero tardan más en arrojar resultados).
Los marcadores de la covid-19 pueden permanecer como remanentes mucho después de que el virus vivo haya desaparecido, por lo que algunos científicos cuestionan el uso de pruebas, ya sean de antígeno o PCR, como una medida para saber cuándo los pacientes pueden terminar su aislamiento, particularmente si buscan acortar el período recomendado.
Los CDC recomiendan cinco días de aislamiento, que pueden terminar si los síntomas desaparecen o se resuelven, sin fiebre.
Algunos pacientes darán positivo diez días o más después de los primeros síntomas, aunque es poco probable que sigan siendo infecciosos para entonces.
Aún así, eso significa que muchas personas están usando las pruebas rápidas de manera inapropiada, no solo confiando demasiado en ellas como protección contra la covid-19, sino también como un indicador de cuándo ha terminado una infección.
Las pruebas caseras rápidas deben usarse durante varios días para aumentar las posibilidades de obtener un resultado preciso.
“Cada prueba individual no tiene mucho valor como las pruebas en serie”, dijo el doctor Zishan Siddiqui, director médico del Baltimore Convention Center Field Hospital y profesor asistente de medicina en la Universidad Johns Hopkins. Y, porque el test es menos certero en personas sin síntomas, dijo que las personas asintomáticas no deberían depender de una sola prueba rápida para reunirse con amigos o familiares sin otras medidas de mitigación.
Un estudio examinó a 30 adultos vacunados en diciembre de 2021. “La mayoría de los casos de omicron fueron infecciosos durante varios días antes de ser detectables mediante pruebas rápidas de antígenos”, encontró el estudio. La investigación aún no ha sido revisada por pares.
Los falsos negativos también son más probables cuando hay propagación comunitaria y la circulación del virus es rampante, como es el caso ahora en la mayoría de los estados.
“Si hay mucha propagación comunitaria, eso aumenta la probabilidad de que tengas covid”, dijo Cash-Goldwasser. Sin embargo, las pruebas, estadísticamente, seguirán pasando por alto un cierto porcentaje de los realmente infectados. Con un mayor número de personas probablemente infectadas, y el mismo porcentaje de posibilidades de casos perdidos, aumenta el número absoluto de falsos negativos, explicó.
Entonces, en este momento, “si tienes un resultado negativo, es importante desconfiar más”, dijo.
Las vacunas, los refuerzos, el uso de máscaras, el distanciamiento social, la ventilación y las pruebas por separado son soluciones imperfectas para prevenir infecciones. Pero en capas, pueden servir como una barrera más efectiva, dijo Schaffner.
“La prueba rápida es útil”, su propia familia los usó antes de reunirse para el Día de Acción de Gracias y Navidad, “pero es una barrera con agujeros”, agregó.
La familia Justo probó esas capas, pero quedaron huecos por los que pasó el virus. Si bien la mayoría de los familiares tuvieron síntomas leves, Justo dijo que le faltó el aire, se sintió fatigada y tuvo dolores de cabeza, musculares, y náuseas. Pasaron unos 10 días antes de que se sintiera mejor.
“Ciertamente pasé mucho tiempo revisando lo que podríamos haber hecho de manera diferente, pero la realidad fue que hicimos lo mejor que pudimos”, dijo Justo. “Afortunadamente nadie necesitó ir al hospital, y lo atribuyo a las vacunas. Por eso estoy agradecida”.
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