EDFEN PRAIRE, MN. Por Karla Rentería
En medio de la controversia e indignación por parte de los mexicanos, se reunió el día de ayer el candidato presidencial republicano Donald Trump con el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.
En el encuentro de 40 minutos, que se llevó a cabo en la residencia oficial de Los Pinos la conversación se centró en la seguridad en la frontera y las relaciones comerciales, pero se dejó a un lado el tema de que los mexicanos debemos de pagar por el muro en la frontera que propone el empresario.
El presidente mexicano, declaró en su cuenta de twitter que “al inicio de la conversación con Donald Trump dejé claro que México no pagará por el muro.”
Aunque su tuit contradice lo dicho por Trump en la rueda de prensa, en la que afirmó que “hablaron del muro que propone construir pero no de quién pagará por él.”
En su discurso a la prensa el presidente mexicano, dijo que había tenido una discusión muy constructiva con el señor Donald Trump. “El objetivo de la reunión era conocernos y hablar sobre las relaciones bilaterales. Sobre los asuntos comerciales compartí con el mi convicción de que el Tratado de Libre Comercio ha hecho mucho bien a los dos países”.
Tras meses de ataques a México el candidato hizo una visita relámpago al mencionado país con la intención de mejorar su imagen, la reunión se celebró antes del “gran discurso” que Trump dio en Phoenix, Arizona sobre inmigración, uno de los pilares de la campaña del republicano y cuyo tema central es la construcción de un muro en la frontera con México.
Mas tarde, ayer mismo en el Centro de Convenciones de Phoenix, el candidato dijo en su discurso que 11 millones de inmigrantes ilegales en Estados Unidos no es el centro del problema. “Cualquiera que diga que el problema central son las necesidades de aquellos que viven aquí ilegalmente, simplemente han pasado mucho tiempo en Washington”.
Añadió en su discurso, que los responsables de la muerte de “incontables americanos” a manos de inmigrantes ilegales es culpa de las políticas del presidente Obama y Hillary Clinton.
A lo largo de su campaña, Trump ha calificado a los inmigrantes mexicanos como “criminales y hasta “violadores” y ha criticado duramente el Tratado del Libre Comercio con México y Canadá.
Frente a estos ataques, el gobierno mexicano ha decido “no opinar, ni involucrarse” en la campaña electoral estadounidense. Durante su visita a la Casa Blanca a finales de julio, Peña Nieto dijo que “el próximo presidente electo encontrará en México y en su gobierno una actitud positiva, propositiva y de buena fe para engrandecer la relación entre ambas naciones.”
Enrique Peña envió una invitación a los dos candidatos presidenciales Hillary Clinton y Donald Trump, pidiéndoles que se reunieran con el para tener una conversación constructiva sobre el futuro que comparten los países.
