MINNEAPOLIS, MN
El número de matrículas universitarias por parte de latinos está aumentando, pero las universidades que brindan servicios a un gran número de estudiantes de esta comunidad reciben menos fondos que los destinados a otros grupos étnicos y/o raciales, sostuvo este martes el Center for American Progress (CAP).
Un estudio de Viviann Anguiano, directora asociada de Educación Postsecundaria del Center for American Progress, y Marissa Navarro, asistente especial de Educación Postsecundaria del mismo centro de investigaciones, destaca la existencia de una brecha de financiamiento federal para instituciones que prestan servicios a los estudiantes latinos (HSI, en inglés).
El estudio descubrió que las HSI sólo reciben 87 dólares en financiamiento federal por cada estudiante latino matriculado, cifra muy por debajo de los hasta 1.642 para estudiantes en institutos y universidades históricamente negros (HBCU, en inglés) o los 3.197 para estudiantes de centros educativos controlados por tribus (TCCU, en inglés).
Y todo ello cuando los estudiantes latinos están ingresando a la universidad a tasas que superan su crecimiento en la población general -así como las tasas de inscripción de cualquier otro grupo étnico-. Pero solo una cuarta parte de los que comienzan la universidad logran una licenciatura.
“Para mejorar la equidad racial y brindar a las nuevas generaciones la oportunidad de tener éxito en la universidad y la economía, el Congreso debe invertir un total de mil millones de dólares en instituciones que brindan servicios a hispanos (HSI, por sus siglas en inglés), que inscriben colectivamente a 2,5 millones de estudiantes latinos”, señaló el estudio.
Una HSI es una designación federal autorizada por la Ley de Educación Superior. Las universidades calificadas deben ser instituciones públicas o privadas sin fines de lucro que otorguen títulos, estén acreditadas y que tengan cuando menos 25 % de estudiantes latinos.
Muchos estudiantes latinos son de bajos ingresos, trabajan mientras están en la universidad para cumplir con obligaciones financieras y son los primeros en sus familias en ir a la universidad. “Asimismo, tienden a matricularse en universidades públicas subfinanciadas, al tiempo que una financiación más baja se traduce directamente en peores resultados”, abundó el informe.
Con todo, el estudio advirtió que cualquier mejora en la financiación federal para las HSI no debe hacerse a expensas de otras instituciones que prestan servicios a las minorías.
En opinión de las autoras, es “particularmente urgente” una mejor financiación de las HSI, pues los expertos predicen que 6,2 millones de estudiantes latinos necesitarán obtener un título universitario durante los próximos 10 años para que EE.UU. recupere la mejor posición internacional en la finalización de la universidad, satisfaga las necesidades de la fuerza laboral y vea una fuerte recuperación tras la pandemia, indica el estudio.
“Esto significa que una nueva inversión importante no sólo redundaría en beneficio de una de las poblaciones de más rápido crecimiento en los Estados Unidos: valdría la pena para todos”, puntualizó.