MINNEAPOLIS, MN
Estados Unidos está intensificando su respuesta ante el repunte de casos de la covid-19 de las últimas dos semanas, una subida que ha encendido todas las alarmas, y mientras las autoridades federales llaman a la responsabilidad los estados siguen expandiendo el acceso a las vacunas para todos los adultos.
“Al ver la amenaza acelerándose, hemos acelerado también la respuesta: adelantamos dos semanas la fecha universal de vacuna para la mayoría de estadounidenses, incrementamos el suministro de vacunas a los estados, duplicamos el número de farmacias y abrimos más centros de vacunación”, dijo este martes la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.
Según el recuento independiente del diario The Washington Post hasta este martes, la media de nuevos casos diarios de coronavirus en la última semana en EE.UU. ha superado los 63.000 por primera vez en casi un mes, lo que supone un aumento del 12 % y pone en riesgo la tendencia a la baja lograda tras las celebraciones navideñas.
Entre los estados que más han aumentado su ritmo de contagio están Michigan, Vermont, Dakota del Norte o Massachusetts, así como los estados colindantes de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut, que llevaban la delantera en la contención del virus.
En los últimos 14 días, nueve estados han registrado aumentos superiores al 40 % y la peor situación se da en Michigan, donde se han disparado un 133 % coincidiendo con la relajación de las restricciones para comer en el interior de los establecimientos a principios de febrero, según las cifras de The New York Times.
“RECONOCER QUE ESTO ES DURO”
Este martes, la portavoz de la Casa Blanca señaló que una de las maneras en que se puede tener un impacto sobre la ciudadanía es “reconocer que esto es duro” y que ha habido una guerra contra el virus un largo tiempo pero también reiterar, como hicieron el lunes el presidente estadounidense, Joe Biden, y las autoridades sanitarias, que dicha guerra continúa.
“Cuanta más gente haya vacunada más efectivos podemos ser, y ahí es donde estamos poniendo los esfuerzos”, agregó Psaki al referirse al repunte de los contagios y la aparición de nuevas variantes, e insistió en que hay que seguir vigilantes para poder volver a la normalidad”.
La portavoz de la Casa Blanca aludía a las palabras de Biden y a las de la directora de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés), Rochelle Walensky, quien sorprendió este lunes al salirse de su discurso preparado para expresar, con el rostro compungido, “miedo” ante lo que consideró una “catástrofe inminente” si continúa el ascenso de casos en Estados Unidos.
“Tenemos mucho que esperar, mucho potencial desde donde estamos, y muchas razones para la esperanza, pero ahora mismo estoy asustada”, dijo Walensky, quien pidió a los estadounidenses “aguantar un poco más” y advirtió que los contagios pronto podrían “subir, y subir a lo grande” como ha ocurrido en Europa.
El presidente, Joe Biden, respaldó las palabras de la jefa de los CDC y opinó que deberían frenarse algunas reaperturas, llamando además a “cada gobernador, alcalde y líder local a mantener y restablecer la obligación de llevar mascarilla”, en referencia a regiones que retiraron esa norma en vista de la bajada de casos hace semanas.
ACELERACIÓN EN LAS VACUNAS
Biden ha pedido a las autoridades estatales asegurar que todos los adultos de la nación puedan vacunarse el próximo 1 de mayo y dijo que está redoblando esfuerzos para que la mayoría, el 90 %, dispongan de un centro de vacunación a cinco millas de su residencia antes de esa fecha, el 19 de abril.
La Casa Blanca ha anunciado que incrementará el suministro federal a las administraciones hasta 33 millones de dosis “para cumplir con las necesidades y el calendario de elegibilidad”, ampliará su programa de farmacias que las ofrecen hasta 40.000 en todo el país y abrirá una decena de centros de vacunación masiva.
La rapidez a la que insta el Gobierno federal se ha trasladado ya a varios estados que permiten vacunarse a toda su población adulta, como Texas, Kansas, Luisiana, Dakota del Norte, Ohio u Oklahoma, mientras otros como Nueva York, Indiana o Florida tienen previsto ampliar su criterio de manera escalonada por franja de edad en los próximos días.
Hasta la fecha, 95 millones de estadounidenses (28,6 % de la población) han recibido al menos una dosis de vacuna anticovid y 52 millones han recibido las dos (15,8 %), mientras prácticamente la mitad de los mayores de 65 años, que corren más riesgo, ya están inmunizados, de acuerdo a los CDC.
Compartiendo la tarea de concienciar este martes Doug Emhoff, marido de la vicepresidenta Kamala Harris, visitó un centro de vacunación en Maryland e instó a la responsabilidad, haciéndose eco del mensaje difundido ayer por Biden: “Hay esperanza, pero como dijo el presidente ayer: no podemos bajar la guardia”.
“Lleven sus mascarillas, guarden distancia social y pónganse la vacuna cuando les llegue el turno, y podremos superar esto”, agregó.