MINNEAPOLIS, MN
La belleza arquitectónica del nuevo inmueble de los Vikingos de Minnesota, invita a propios y extraños a querer entrar a sus entrañas para explorar cada rincón de un bellísimo estadio que el 3 de agosto abrió sus puertas para darle vida a su primer evento deportivo.
Los aficionados que se dieron cita para ser testigos vivientes de lo que es capaz el U.S. Bank quedaron sorprendidos, maravillados, y entusiasmados con un gigante que recibiría la vibra y energía que 64,101 personas le entregaron para presenciar el juego de La 2016 International Champions Cup entre el Chelsea y el AC Milán.
Aunque el U.S. Bank será la nueva casa de los Vikingos de Minnesota en el fútbol americano profesional de la NFL, los tiempos en el calendario y la afortunada coincidencia de que el estadio pudo completar su obra seis semanas antes de lo previsto, los organizadores de La 2016 International Champions Cup acordaron que Minneapolis podría ser una de las sedes para este evento y el completamente nuevo U.S. Bank stadium sería el objetivo.
Con todos los argumentos puestos sobre la mesa, con la comunión entre aficionado y nuevo estadio haciéndose presente en una noche especial y significativa para la historia deportiva de Minnesota, empezaría un juego donde tanto los jugadores del Chelsea como AC Milán captaron muy pronto el entorno en el que estaban inmiscuidos y trataron de agradar al respetable aficionado con su buen fútbol.
Ambos equipos están en plena pre-temporada y cuentan con nuevos entrenadores, por lo que cada oportunidad presentada para dar juego a sus pupilos es sumamente importante y a la vez poner a punto al cuadro de los ‘blues’ y al equipo ‘rossonero’ de cara a sus competiciones en sus respectivas ligas.
El cotejo tendría sus primeras emociones muy temprano en el encuentro. Los dirigidos por el italiano, Vincenzo Montella, tuvo su primera aproximación de peligro ante el arco del Chelsea gracias al disparo del defensa Ignazio Abate. Sin embargo, el primer gol del encuentro fue para el equipo londinense ya que el delantero del Chelsea, Bertrand Traore, aprovecharía un rebote en el área chica para mandar el balón al fondo de las redes dándole la ventaja a su equipo y hacer el primer gol en la historia del colosal U.S. Bank.
La respuesta del AC Milán vendría en el minuto 38 del primer tiempo, con un excepcional cobro de tiro libre por parte del mediocampista ‘rossonero’ Giacomo Bonaventura. A pesar del dominio del cuadro del Chelsea en la primera mitad, el marcador no reflejaba ese trabajo hecho por los ‘blues’ y nos iríamos al descanso con el marcador empatado a gol.
El AC Milán quiso sorprender al Chelsea en los primeros minutos de la segunda mitad del encuentro, pero no pudo canalizar las oportunidades que se le presentaron y ni tampoco el dominio que ejerció sobre el equipo dirigido por el ex entrenador de la selección italiana, Antonio Conte, quien con el transcurso del juego empezó a realizar movimientos para estabilizar la situación ante la presión del AC Milán.
Al terreno de juego entraron la estrella belga, Eden Hazard, al minuto 52 y posteriormente al 59 el internacional brasileño Oscar. Con estos cambios, el Chelsea volvió a recuperar el dominio del partido y rendirían dividendos positivos para su causa, ya que al minuto 70 Oscar le daría la ventaja al Chelsea a través de la pena máxima. Pero eso no sería todo para el brasileño, ya que en un pase por parte del Colombiano Cuadrado por el sector de la derecha, puso en buena posición al delantero carioca que con potente disparo vencería al arquero italiano, Gianluigi Donnarumma, para sellar la victoria del Chelsea sobre el AC Milán por 3 goles a 1.
El U.S. Bank stadium tuvo su primer noche memorable, también tuvo su primer encuentro con una afición ansiosa por conocerlo. El reto fue superado ya que la organización de este evento fue simplemente de primer mundo y, por supuesto, en el ambiente había magia, alegría, y un asombro especial para un estadio U.S. Bank que será un baluarte muy querido y respetado por la mayoría de los que vivimos en Minnesota.