SAINT PAUL, MN
Si tú y yo nos parecemos, tal vez sientes que siempre hay algo más que deberías hacer con tu dinero. Ahorrar un poco más, gastar un poco menos, saldar tus deudas, comprar solo lo que te alcanza… Y bueno, todos estos consejos no tienen nada de malo. Como dijo Shakespeare, “Si el dinero va por delante, todos los caminos están abiertos.”
Pero hay veces cuando lo único que quieres saber es si estás haciendo lo correcto. Alguna vez te has preguntado “¿Cómo puedo saber que voy por buen camino?” Sí es así, déjame ayudarte a saber cuándo puedes decir “Sí, soy bueno con mi dinero.”
Estás dispuesto a aprender. Saber manejar las finanzas no es innato, es algo que todo el mundo tiene que aprender. Cuando eres bueno con tu dinero sabes que está bien tener preguntas y buscar información relacionada al dinero. ¿Crees que Donald Trump y Carlos Slim han creado sus fortunas de la nada? No importa cuánto ganas, hay que estar dispuesto a aprender del dinero para alcanzar tus metas.
Puedes hablar del dinero con tus amigos y familiares. Para muchas personas el dinero es un tabú, algo que no se acerca de ninguna manera. Tal vez piensan que les daría estrés hablar del dinero cuando en realidad compartir con tus seres queridos del dinero ayuda a disminuir el estrés y la ansiedad. Cuando tienes confianza en ti mismo, sabes que está bien hablar del dinero sin importar si estás realizando todas tus metas financieras o estás pasando por un momento difícil.
Tienes un fondo de emergencia. Como ya hemos hablado no es cuestión de si algo inesperado va a pasar sino cuándo. Cuando tomas control de tu dinero no dejas que una simple sorpresa—por ejemplo la lavadora empieza a quejarse o tu carro empieza a fallar—te derrumbe. Aceptar que no siempre puedes controlar todo demuestra que entiendes que la vida tiene de todo.
No te importa guardar las apariencias. Si ves que tu amiga se va de vacaciones a Tailandia o un primo compra un carro nuevo es normal que te dé un poco de celos. Cuando quieres tener tranquilidad con tu dinero sabes que es mejor esperar hasta que realmente puedes gastar dinero en algo que quieras. No eres de esas personas que dejan que el dinero se les escape de las manos como agua para aparentar algo que no te alcanza.